lunes, 13 de octubre de 2014

Las gafas de sol de madera

Huyo de ti porque no quiero que descubras mi secreto, porque sé que te fijas demasiado en los detalles y eso me pone nerviosa. Sé que cuando estoy contigo no puedo escapar de esa mirada interrogante que me pregunta que qué es lo que me pasa contigo, que por qué ya no quiero quedar contigo, que por qué ya no quiero que seamos Gafas de sol de madera.

Sí quiero pero no puedo, igual que no puedo entrar en una iglesia y confesarme ante un cura, no puedo dejar salir todo mi mundo y ponerle palabras a todo lo que soy porque me quedaría vacía, porque entonces alguien sabría más de mi que yo misma, y eso es algo que me asusta muchísimo, porque no quiero que nadie que no sea ella conozca todo lo que soy, ella es a la única persona a la que abriré mi mundo, pero todavía la sigo esperando.

No puedo quererte y me siento mal por ello, sé que ya no me quieres o por lo menos lo intuyo, cuando te pregunto que qué quieres de mi o qué esperas me dices que ya no quieres ni esperas nada, eso me entristece, no porque ya no quieras que te quiera sino porque parece que te he decepcionado. Siempre esperas que lo haga todo bien, que sea perfecta, pero no lo soy, y yo intento que veas mi peor parte, sé que no es así cómo debería comportarme pero las cosas han sucedido así, siento tanto no poder ni siquiera ser amiga tuya, sé que me has necesitado y no he estado ahí. Si supieras todo lo que he pensado en ti y en la forma de no hacerte Gafas de sol de madera. El cariño que te tengo es más grande de lo que puedes imaginar pero no soportaría decepcionarte, por eso no puedo confiarte mis secretos ni mis pensamientos.


Porque yo sé que eres sensible, a pesar de que intentes ser el típico gracioso que cae bien a todo el mundo, aunque a mi esos típicos graciosos nunca me han caído bien, pero eso fue antes de conocerte y de saber como eras. Cuando hablo contigo no sé cómo disculparme, no sé cómo hacerte entender que no puedo quererte por mucho cariño que te tenga, porque sé que no tiene lógica si no te cuento las razones que no te quiero contar, porque sé que es normal que no me entiendas y que te desconciertes con mi enlace.

Me dices que si no te quiero en mi vida que lo entiendes y que has decidido dejarme en paz, me duele que me digas eso y me duele la indiferencia que te empeñas en mostrar ahora. Me sorprende que te acuerdes de cada una de las frases que te he dicho durante estos meses, me pone nerviosa que me las repitas hoy porque eres muy listo y observador, y seguro que ya sabes lo que no te quiero contar,

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